Italia : fragilidad bancaria
El Monte dei Paschi.
El banco más antiguo del mundo, que por ahora evita el rescate, es el eslabón débil del sistema bancario italiano, cuya fragilidad preocupa a los mercados.
El banco italiano Monte Paschi di Siena (BMPS), que atraviesa serias dificultades en los últimos días, ha anunciado esta noche que seguirá adelante con su operación de recapitalización según el plan anunciado en julio, es decir, recurriendo al mercado.
Después de que la prensa informara el viernes de que el Banco Central Europeo (BCE) había descartado concederle un plazo para que aumentara su capital y así evitar la quiebra, su título cayó un 10,5% en la bolsa de Milán y se barajó la hipótesis de que el banco pudiera recurrir a un rescate por parte del Estado.
Sin embargo, en un comunicado publicado este domingo por la noche, tras un consejo de administración en Milán, el banco afirma que éste había « decidido continuar con las operaciones para el procedimiento [anunciado en julio y presentado] al mercado el pasado 25 de octubre, en el tiempo previsto por la autorización recibida », que se extiende hasta el 31 de diciembre.
A causa de la inestabilidad política generada por la dimisión del jefe de gobierno, Matteo Renzi, tras la victoria del ‘no’ en el referéndum constitucional del 4 de diciembre, el banco solicitó al BCE un plazo hasta el 20 de enero para llevar a cabo su plan de salavamento, esperando que la situación se calmara.
El BMPS, el banco más antiguo del mundo, es el eslabón débil del sistema bancario italiano, cuya fragilidad preocupa a los mercados.
El valor de las acciones de BMPS se redujo en más del 80% desde principios de 2016, por lo que puso en marcha un plan de rescate integral con la venta del 27,6 millones de euros de préstamos dudosos y un aumento de capital de unos 5 mil millones de euros.
La primera parte de ese plan, una operación de conversión voluntaria de bonos, ya ha recaudado más de mil millones de euros. Sin embargo, faltan aún 4.000 millones de euros.
El banco precisó el domingo que reabriría la conversión voluntaria a aquellos particulares que hubieran quedado excluidos en la primera operación. De esta forma, podrían recaudarse entre 1.000 y 2.000 millones de euros, según la prensa italiana.
Fuente : El diario montanes