La media de edad de iniciación pasa de 19 años en 2015 a 17 y se sitúa solo por detrás de Canarias. 1 de cada 3 jóvenes vascos afirma haber practicado sexo a través de la red y sorprende que todavía existe un 26% que encuentra una excusa para no usar preservativos.
Que el misionero y el perrito sigan siendo, por goleada, las posturas más practicadas y que la cama sea el lugar preferido de casa para practicar sexo, demuestra que, la innovación en el terreno sexual, no es el punto fuerte de los jóvenes españoles. Así lo refleja el estudio ‘Los jóvenes españoles y el sexo’ elaborado por CONTROL, la firma de preservativos, que desde hace cinco años realiza este análisis para ver los hábitos y actitudes de los españoles, de 18 a 35 años.
Una de las principales conclusiones extraídas del estudio sociológico es que la vida sexual de los jóvenes vascos es, principalmente, monótona. Ocho de cada diez de los encuestados afirma querer probar cosas nuevas y, entre las posibilidades propuestas, practicar nuevas posturas (81,3%), tener sexo en algún sitio público (43,8%) o probar con juguetes sexuales de riesgo controlado (27,7%), son las más deseadas. Asimismo, grabar una escena porno (25%), montárselo con la pareja de un amigo (20,5%) y tener relaciones con alguien del mismo sexo (14,3%), continúan la lista de maneras de romper con la rutina.
Respecto a su conexión con el mundo digital y las nuevas tecnologías, el 30,8% de los jóvenes encuestados afirma haber mantenido relaciones sexuales o cibersexo a través de Internet. Respecto a los jóvenes que mantienen relaciones sexuales con gente que ha conocido a través de la red, una aplicación o una red social, un 28,6% de los jóvenes así lo afirma. Sin embargo, y a pesar de que las plataformas digitales se consolidan como tendencia para este tipo de prácticas, los jóvenes se resisten a compartir contenido sexual a través de sus Smartphones y sólo un 19,5% reconoce enviar este tipo de contenidos.
El estudio refleja un adelanto en la edad a la que los jóvenes mantienen su primera relación sexual, con respecto a los datos del año anterior. Mientras que en 2015 la media estatal de edad del primer encuentro sexual era de 18,9 años, en esta edición se adelanta hasta los 17,5 años. Respecto a País Vasco, la media se sitúa en 17,1 años adelantándose en 2 puntos con respecto a la edición anterior que se situaba en 19,1 años. El 54,9% indica haber mantenido su primer encuentro sexual antes de los 18, el 41,4% admite que ocurrió entre los 18 y 21 años, el 3% señala que fue entre los 22-25 años, y tan solo el 0,8% lo disfrutó a los 26 o más años.
En el ranking por Comunidades Autónomas, los vascos son, por detrás de los canarios (16,9 años), los ciudadanos que antes se inician en el sexo, presentando las medias de edades más bajas del panorama estatal. En tercera posición quedarían los jóvenes de la Comunitat Valenciana (17,2 años).
El 89% de los jóvenes vascos encuestados afirma haber recibido información sexual durante su etapa en el colegio o el instituto, ocho décimas por encima de la media estatal (81%) y en empate técnico junto a los aragoneses. La familia es la segunda fuente que señalan como más importante, seguidas de las campañas que realizan las instituciones públicas. Por su parte, Internet actúa también como una fuente importante de conocimiento a la que recurren especialmente para buscar, por orden de importancia, nuevas posturas sexuales, información sobre enfermedades de transmisión sexual y continuar aprendiendo sobre sexualidad.
Ante la pregunta de si conocen el estado de salud sexual de las personas con las que mantienen relaciones, el 20,3% indica no conocerlo, ya sea porque confían en que no tenga ningún problema o porque directamente no se habían planteado la importancia de esta cuestión.
El sexo oral es una práctica habitual, de hecho 8 de cada 10 confirma practicarlo. Sin embargo, es una asignatura pendiente en cuanto a protección frente a las ETS: un elevado 44% señala que no utiliza preservativo cuando lo practica, frente 7,3% que dice sí emplearlo en todos los casos y el 48,6% que al tener pareja estable no lo considera necesario.
Respecto al uso de productos estimulantes tales como geles de masajes, anillos vibradores o lubricantes, se evidencia que los jóvenes vascos se abren cada vez más a las nuevas sensaciones que estos provocan. Uno de cada dos encuestados afirman haberlo utilizado, y en este sentido, los lubricantes y los geles de masajes son los productos más populares, seguidos de otros como los anillos vibradores o productos para retardar la eyaculación. Entre los motivos por los que han incorporado este tipo de elementos en sus relaciones señalan «la curiosidad» como primera causa (58,5%), porque reconocen que «mejoran las relaciones y facilitan el orgasmo» (13,8%), porque «me lo han regalado» (13,8%), para «salir de la rutina» (10,8%), e incluso «por otros motivos» (3,1%). Cuatro de cada diez jóvenes ha incorporado este tipo de productos hace más de 5 años a sus relaciones sexuales, un 32,3% lo ha hecho hace 2 años, desde hace un año lo han incorporado a su vida sexual un 7,7%, y el 16,9% restante, indica que los acaba de probar.
El 55% de los jóvenes vascos considera que el sexo juega un papel muy importante en sus vidas y el 38% le otorga una importancia media. Asimismo, 9 de cada 10, afirman estar satisfechos o muy satisfechos con las relaciones sexuales que mantienen. En relación a la frecuencia, los encuestados consideran que la media perfecta es tener sexo 2 y 3 veces por semana, tal y como refleja el 47,4%, a pesar de que sólo el 21,8% así lo hace. Un 39,8% mantiene relaciones una vez a la semana, un 10,5% una vez cada 15 días, un 9,8% una vez al mes, un 3,8% una vez cada 3 meses, un 3% todos los días, y un 11,3% cada 6 meses o más. En total, los jóvenes vascos tienen una media de 65,5 relaciones sexuales al año (2015: 70), lo que supone tener sexo cada 5,5 días, aunque les gustaría tener una media de 192 relaciones al año.
El trío mantiene la medalla de oro, por tercer año consecutivo, como la práctica sexual que a los jóvenes vascos les gustaría realizar, tal y como refleja el 39,8% de los encuestados, aunque tan sólo un 7,5% lo ha practicado alguna vez. El intercambio de papeles o role playing, se sitúa como la segunda fantasía más deseada con un 31,6%. La medalla de bronce en fantasía sexual es para la práctica de atar o ser atado, conocida también como bondage, con un apoyo del 25,6% de media entre los encuestados. Sin embargo, las fantasías sexuales son el secreto mejor guardado de los jóvenes vascos y el 66,2% afirma no revelarlas a sus amigos.
Según los encuestados, andaluces, canarios, valencianos y madrileños se hacen –por este orden- con el título de ‘los mejores en la cama’ (2015: andaluces, catalanes y madrileños). Los vascos ocupan la séptima posición del ranking y la mantienen respecto al año anterior, sin embargo caen una décima en popularidad (2015: 6,70% ; 2016: 6,60%).
Los preliminares continúan siendo una fase fundamental para los encuestados, tal y como afirma el 85,7% que le otorga una importancia alta. El 12% indica que tienen una importancia media y un 2,3% una importancia baja.
En cuanto al uso de métodos anticonceptivos, el preservativo masculino continúa siendo el más utilizado entre los jóvenes vascos, como afirman 6 de cada 10 consultados. La anticoncepción hormonal ocupa la segunda posición de método contraceptivo al que más recurren los encuestados, con un 37,6%. Asimismo, sorprende el 4,5% de jóvenes que afirman no utilizar ningún método y un 9,8% de los encuestados considera todavía la marcha atrás como un método anticonceptivo. El DIU es utilizado por el 2,3% y el preservativo femenino por el 0,8%.
El preservativo masculino continúa su liderazgo y sigue aumentando su popularidad respecto al año anterior con un incremento de 9 décimas porcentualmente. El 74% de los vascos afirma utilizarlo siempre que mantiene relaciones sexuales, mientras que el año anterior la cifra se situaba en el 65%. Sin embargo, sorprende que todavía existe un 26% que encuentra una excusa para no utilizarlo y, entre estas, la pérdida de sensibilidad, el corte del momento de excitación, o no tenerlo a mano, siguen siendo las razones más comunes para no hacerlo.
La mayoría de los vascos encuestados que utilizan preservativo masculino afirma que los dos miembros de la pareja se preocupan indistintamente de que nunca falten los preservativos, como refleja el 66,7%. La responsabilidad recae en los hombres en un 25,3%, ya sea siempre o la mayoría de las veces, y en un 8% en ellas. Respecto a quién se encarga de colocarlo, aunque son ellos los que registran el resultado más alto con un 52,9%, el 34,5% de los jóvenes afirma que se trata de una tarea conjunta. Las jóvenes vascas se encargan de ello en un 12,6% de los casos.
Respecto a los encuestados que utilizan el preservativo masculino, la mayoría de jóvenes vascos (42,5%) cree que la protección frente a embarazos no deseados es el motivo más importante por el que utilizarlo, seguido del 27,6% de encuestados que le da gran importancia a la protección frente a enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, al 17% le seducen los colores y los aromas que aportan un toque divertido al momento, el 6,9% afirma que, a la hora de decantarse por un preservativo, que éste sea fácil de utilizar es uno de sus atributos más destacados y el 5,7% afirma que busca mayor sensibilidad y estimulación en sus relaciones.
Fuente : El correo
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